Por Carlos Muralles - Guatefutblog
Sociedad Anónima
En el pasado reciente, Comunicaciones se manejó al sabor, antojo y capricho de sus anteriores dueños, lo que provocó una crisis sin precedentes en el equipo albo, el que llegó a acumular una deuda de más de dos millones de dólares.
La situación ahora es diferente, ya que el equipo no le debe nada a nadie y el plantel de jugadores recibe puntualmente su salario. Podríamos decir que, cuando no les pagan el 30, es porque ya les pagaron el 29 y no cabe duda que es el equipo más solvente del país.
Todos sabemos que el Sr. Ángel González es el dueño del equipo, pero este está constituido ahora en una Sociedad Anónima y se maneja con criterios empresariales, cumpliendo no sólo en lo deportivo sino también en lo legal.
Así, por ejemplo, cuando usted va al estadio Cementos Progreso, en la taquilla recibe el boleto que compró y junto a él recibe la factura correspondiente. Tuve a la vista uno de esos documentos, en el que se lee “Comunicaciones Futbol Club S.A.”, apareciendo también el NIT y el espacio correspondiente para que los aficionados anoten sus datos personales y puedan hacer el uso contable correspondiente de su factura.
En el entorno también se maneja todo con la misma legalidad: Cuando ingresa al parqueo le dan una factura y si compra una tortilla con queso y chicharrón (pupusa), también le dan su factura, todo a cargo de la empresa Foro Eventos S.A., dueña del estadio.
No hace mucho, en España se obligó a los equipos a convertirse en Sociedades Anónimas, lo que disminuyó notablemente los problemas de falta de pago a los jugadores, los que aún se dan en casos aislados, pero no en la magnitud que tenían antes.
Lo que hace Comunicaciones puede ser un ejemplo para los demás equipos, los que al constituirse en una Sociedad Anónima pueden captar el aporte de accionistas que le den soporte financiero al equipo, al tiempo de poder tener directivas sólidas y estables, las que estarían controladas permanentemente por todos los miembros de la sociedad.
En la actualidad hay varios equipos que agonizan por el mal manejo administrativo. Ojalá puedan salvarse no por la mano de un mecenas, sino por la integración de un grupo de colaboradores permanentes, constituidos en una Sociedad Anónima.
Sociedad Anónima
En el pasado reciente, Comunicaciones se manejó al sabor, antojo y capricho de sus anteriores dueños, lo que provocó una crisis sin precedentes en el equipo albo, el que llegó a acumular una deuda de más de dos millones de dólares.
La situación ahora es diferente, ya que el equipo no le debe nada a nadie y el plantel de jugadores recibe puntualmente su salario. Podríamos decir que, cuando no les pagan el 30, es porque ya les pagaron el 29 y no cabe duda que es el equipo más solvente del país.
Todos sabemos que el Sr. Ángel González es el dueño del equipo, pero este está constituido ahora en una Sociedad Anónima y se maneja con criterios empresariales, cumpliendo no sólo en lo deportivo sino también en lo legal.
Así, por ejemplo, cuando usted va al estadio Cementos Progreso, en la taquilla recibe el boleto que compró y junto a él recibe la factura correspondiente. Tuve a la vista uno de esos documentos, en el que se lee “Comunicaciones Futbol Club S.A.”, apareciendo también el NIT y el espacio correspondiente para que los aficionados anoten sus datos personales y puedan hacer el uso contable correspondiente de su factura.
En el entorno también se maneja todo con la misma legalidad: Cuando ingresa al parqueo le dan una factura y si compra una tortilla con queso y chicharrón (pupusa), también le dan su factura, todo a cargo de la empresa Foro Eventos S.A., dueña del estadio.
No hace mucho, en España se obligó a los equipos a convertirse en Sociedades Anónimas, lo que disminuyó notablemente los problemas de falta de pago a los jugadores, los que aún se dan en casos aislados, pero no en la magnitud que tenían antes.
Lo que hace Comunicaciones puede ser un ejemplo para los demás equipos, los que al constituirse en una Sociedad Anónima pueden captar el aporte de accionistas que le den soporte financiero al equipo, al tiempo de poder tener directivas sólidas y estables, las que estarían controladas permanentemente por todos los miembros de la sociedad.
En la actualidad hay varios equipos que agonizan por el mal manejo administrativo. Ojalá puedan salvarse no por la mano de un mecenas, sino por la integración de un grupo de colaboradores permanentes, constituidos en una Sociedad Anónima.